Nicomedes Santacruz- El desprecio
31.01.2020
que maldito sea el color que separó nuestras almas.
que maldito sea el color que separó nuestras almas.
Todavía tengo casi todos mis dientes
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
Dejad que siga y bogue la galera
bajo la tempestad, sobre las olas:
va con rumbo a una Atlántida española,
en donde el porvenir calla y espera.
Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.